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Ya no saltan en tus manos
aquellos títeres, que armabas con los rezagos
de la utilería del teatro
Ni retumba tu voz en cada marcha
reclamando algún derecho pisoteado
Este país que por algunos años
se pareció al que soñábamos entonces
hoy vuelve a padecer sus pesadillas
Y otra vez enarbolamos la esperanza
contra los golpes y los infortunios
No juegan con vos tantos sobrinos
que deben preguntarse tantas cosas
mientras la vida sigue sus senderos
en los que van quedando los recuerdos
Y sin embargo, somos optimistas
porque te recordamos cada día
porque a pesar de todo te esperamos
en cada tarde y noche, en cada calle
Porque a pesar de todo, todavía
te seguimos buscando y reclamamos
esa cosa tan simple: la justicia