Hace un poco más de cuatrocientos años, Juan Ruiz de Alarcón escribió la que sería considerada su obra maestra. La tituló La verdad sospechosa, y su trama se basa en la larga serie de mentiras que va tejiendo el protagonista, las que al final lo conducen a un final no deseado. Quienes han analizado el drama teatral ideado por Ruiz de Alarcón, generalmente coinciden en atribuirle un sentido crítico de las costumbres en boga entre la aristocracia de su época. Tal vez las líneas más conocidas son aquellas que proclaman que en boca del mentiroso, es la verdad sospechosa.

En tiempos no tan lejanos, en los colegios nos hacían leer las obras del llamado siglo de oro español, que en realidad duró más de un siglo y medio. La influencia de ese período de esplendor hispano, al menos en su aspecto literario, está presente en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, aunque muchos no lo sepan o no se detengan a pensar sobre ello. Cuántas veces nos dijeron que los sueños, sueños son. O nos conminaron a no seguir en la lucha contra molinos de viento. Alguna amiga habrá intentado hacer de celestina, y más de un conocido se habrá creído un don Juan,  y frente a ciertas injusticias sufridas colectivamente supimos responder todos a una.  

Pero el objeto de estas líneas no es el literario. Mucho menos elevado, el género cultivado por tanto pseudo periodista sólo se le asemeja en que también usa las palabras. Aunque con fines más pedestres y menos nobles. Ignoro si los escribas de la Tribuna de Doctrina recibieron alguna enseñanza similar. Pero lo que sí me queda claro es que todos y cada uno de ellos recurren tan asiduamente a la mentira que si alguna vez dijeran la verdad, pocos les creerían. Excepto, claro, aquellos dispuestos a tomar por cierta cualquier falsedad si les conviene a sus ideas.

Es que la situación de nuestro país se presta a tales cosas. Parece a veces que la escena política es una comedia de enredos que mezcla a pícaros con serviles, interesados y farsantes que se enfrentan con otros personajes que no encuentran su camino aunque otros traten de indicárselos. No es raro entonces que sin mucho esfuerzo uno se tropiece con mentiras que ganan juicios y verdades sospechosas.

Ocurre que estas son fechas que deberían llamar a otras reflexiones. Venimos del mes de la memoria y vamos al aniversario de Malvinas. Deberían ser tiempos propicios para cosas mejores, en lugar de las vulgares falsedades que suelen acecharnos desde las columnas de los medios que ejercen su hegemonía cuidando solamente sus ganancias. Porque como buenas empresas capitalistas, ese es el único afán que los mueve y por el cual están dispuestos a hacer cualquier cosa.

Cierto es también que a veces se les hace fácil la cosa. Vayamos al grano. El 28/03/2022 Jonatan Viale, que no ahorra ofensas más o menos directas contra cualquier cosa que se parezca al populismo o algo parecido, retrata a “Alberto Fernández, el exorcista”. Será que en su formación pesaron más las películas de terror hollywoodense que los clásicos españoles. Viale no es gracioso aunque se esfuerce, y es casi una certeza invencible que no pasará a la historia como una figura clave del periodismo. Pero se las ingenió para tener su espacio que se multiplica en las pantallas televisivas, en los sitios digitales y hasta en algunos papeluchos impresos. Parado en su trinchera, dispara: “Diablo Macri. Diablo FMI. Diablo campo. Diablo Bonadío. Diablo Clarín. Diablo COTO. Diablo Techint. Diablo Vicentín. Diablo Corte Suprema. Diablo Larreta”. Todas cuestiones que uno podría afirmar sin mayores dudas. Lo malo es que el pobre Jony quiere hacernos creer que tales demonios en realidad son nuestros ángeles guardianes. 

A Joaquín Morales Solá los recuerdos de cuando anoticiaba sobre las andanzas de Acdel Vilas, Bussi y compañía le marcaron el rumbo, y el 29/03/2022 lo encuentra “Pescando para perseguir y castigar”. Aunque trata de convencernos de que quienes lo hacen son otros. Morales cuenta que “Un mecanismo integrado por fiscales, jueces y medios periodísticos afines está usando recursos judiciales o legislativos para exponer como supuestos delincuentes a personas que tomaron decisiones con sus ahorros absolutamente legales”. Ojo, no es una nota de denuncia escrita en los días de auge del macrismo y su mesa judicial. Se ve que a quienes lo conchaban les molesta la idea de que se sancione una ley que castigue a los fugadores de dinero. Así que el escriba aclara: “Es parte de la guerra perpetua del kirchnerismo con un sector de la sociedad”. Una guerra que al parecer se libra en las trincheras judiciales, porque Solá sigue contando que “La misma jueza Capuchetti ordenó, también por pedido de Picardi, investigar las llamadas telefónicas del ex asesor de Macri Fabián ‘Pepín’ Rodríguez Simón”. Teniendo en cuenta que el sujeto en cuestión es un prófugo, investigado en múltiples causas, la medida no debería sorprender a nadie. Pero lo que preocupa a Morales y sus patrones es otra cosa. “Uno de los objetivos de trajinar ese teléfono es descalificar al juez de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz, porque este es amigo de Rodríguez Simón desde hace 30 años. En todas los informes de la oficina de escuchas telefónicas, que teóricamente depende de la Corte, aparece el nombre de Rosenkrantz”. Ya está claro a quién busca defender don Joaquín, que tal parece no se preocupa de los contactos y la amistad del cortesano nombrado por decreto con el prófugo armador de mesas judiciales, sino de lo que pueda salir a la luz si se investigan a fondo esos contactos. El 29/03/2022 apare Alfredo Leuco, que entre un fernet con coca y otro tiene tiempo de ponerse duro con la vicepresidenta: “Cristina, la reina que divide y reina”. Y nos cuenta de un tiempo idílico que según sus palabras ocurrió aquí mismo, en la Argentina, donde todos se llevaban bien aunque se disputaran el poder, y los adversarios tenían un pacto implícito de convivencia que “fue dinamitado por Néstor Kirchner cuando llegó a la presidencia y luego fue llevado al éxtasis por Cristina. Encontraron en un marxismo tardío y regresista y en las teorías de Ernesto Laclau, las excusas para darle un barniz ideológico a sus características personales. Apostaron a la creación de un enemigo, lo satanizaron, desempolvaron las viejas palabras de gorilas y oligarquía y construyeron siempre sobre el conflicto, el látigo y la mayor corrupción de la historia democrática argentina”. Leuco, en otras épocas, coincidentes con ese supuesto tiempo idílico, solía vociferar él mismo contra gorilas y oligarcas. Volviendo a los clásicos españoles, hay cambios que solamente se explican porque poderoso caballero es don dinero.  El 29/03/2022 vuelve Jonatan Viale con otro de sus estólidos discursos y esta vez se pregunta si “¿Puede una madre tirar al piso a su propio hijo?”. La madre tan cruel sería Cristina -quién otra para los columnistas del pasquín de don Bartolo-, y el hijo, claro está, Alberto Fernández. Viale sostiene que “el peronismo está acostumbrado a pegar el empujón final. Le dieron el empujón final a Raúl Alfonsín después de 13 paros generales; le dieron el empujón final a Fernando De La Rúa”. Que miente sin ruborizarse es claro si uno recuerda que al peronismo lo desalojaron del poder mediante sangrientos golpes de Estado en 1955 y 1976, mientras que los finales de Alfonsín y De la Rúa, por abruptos que fueron, se produjeron dentro de los cauces constitucionales. Historia reciente, Jony. 

Reiterándose en sus falacias, aparece Alfredo Leuco el 29/03/2022 y propone “Que la deuda la pague Cristina y los cuarenta ladrones”. Como vengo diciendo, hay verdades que son sospechosas según quien las diga. Porque Leuco sostiene que “Lo mejor para nuestra bendita Argentina es que la deuda con el FMI la paguen los ladrones, los corruptos, los evasores, los estafadores y los lavadores”. Pero no es a esos a los que indica como obligados al pago. Es que él escribe justamente para los ladrones, los corruptos, los evasores, los estafadores, los lavadores. Los que contrajeron la deuda que ahora deben pagar otros. 

Suerte que el 29/03/2022 Carlos Pagni nos aclara que “El problema de Alberto no es Cristina, es la inflación”. El servicial columnista quiere diferenciar las cosas, lo que no significa que piense liberar a la reina malvada de toda culpa y cargo. Miren si no cómo se pregunta y se responde: “¿Por qué el verdadero problema de Fernández es la inflación? Porque él acuerda con el Fondo y ese acuerdo es impugnado por Cristina. Para que Fernández gane esa pulseada y legitime que el acuerdo y su política son correctos, debe derrotar a la inflación”. Si se lee bien lo dicho, más allá del título Pagni sigue insistiendo en que los problemas vienen por la pelea entre los Fernández. Aunque en un rapto de sinceridad larga otra de esas verdades sospechosas: “podríamos decir que el Fondo ayudó a Macri para que no venga Cristina y ayuda a Fernández también por la misma razón”. Cuándo le tocará al pueblo ser el objeto de la ayuda.

Lo cierto y lo falso se siguen cruzando en los artículos de LA NACIÓN y así Luciana Vázquez el 29/03/2022 larga su perorata acerca de “El kirchnerismo y el problema de la verdad”. Primera frase que retrata una realidad: “Mientras la verdad se violente para ganar y el resultado sea el triunfo, la impostura es posible”. Para no abundar en ejemplos, uno se acuerda del debate entre Scioli y Macri. Pero la escriba habla de otra cosa y se enoja por el reportaje militante al que se sometió Máximo Kirchner durante la marcha del 24 de marzo, y dice: “La falta de interpelación de las ideas propias en el intercambio con las otras voces de la sociedad es una forma de retirarse del juego de la verdad”. Cuando uno recuerda que gracias a Papel Prensa y a la no vigencia plena de la ley de servicios de comunicación audiovisual, entre LA NACIÓN y sus primos del clarinete mentiroso monopolizan prácticamente el 90% de la escena mediática, le puede dar la razón, aunque como sabemos es una verdad sospechosa. Ella se queja de 10% restante. La diputada provincial de la UCR Alejandra Lordén el 29/03/2022 habla sobre “Los derechos humanos, otro escenario para la interna del gobierno”. No dice nada nuevo sobre los derechos humanos, salvo tratar de desmerecer lo hecho entre 2003 y 2015, cuestión que en los hechos -que la diputada tergiversa-, constituyó una política pública que recibió un reconocimiento internacional. Pero a la diputada los derechos humanos no le importan, son la excusa para hacer su pequeño discursito: “Al desconcierto del Gobierno hay que contraponerle organización opositora. Llegó la hora de demostrar por qué consideramos a la alternancia como un atributo constitutivo de la democracia representativa; no alcanza con promover el cambio, tenemos que consolidarnos como la alternativa política más confiable para devolverle el sentido común a la Argentina”. Si los que aumentaron la pobreza, destruyeron a la pequeña y mediana empresa, dejaron sin trabajo a miles de argentinos, crearon una entente de jueces, espías, escribas de los medios y funcionarios para perseguir y encarcelar opositores, entronizaron al gatillo fácil como prerrogativa de las fuerzas de seguridad y contrajeron la mayor deuda externa de la historia, son una alternativa política confiable, este mundo no tiene remedio.

Francisco Olivera el 30/03/2022 nos cuenta que “Alberto necesita creer, Cristina gobierna para el slogan”. Que se sepa, el que tiene la responsabilidad primordial de gobernar es el presidente, o sea, Alberto Fernández. Pero dejando de lado esas cuestiones que para los columnistas del grupo Mitre-Saguier son menores, el tema para Olivera, que está hablando de las iniciativas del Consejo Económico Social, es que “Lo que no queda claro es si la Casa Rosada confía realmente en que este tipo de iniciativas, a las que habría que sumarles las mesas para acordar precios y salarios, sean el camino que lleva al despegue o, más bien, recurre a ellas para mostrar, al menos, trabajo y preocupación, mientras espera, en todo caso, que la mejora en los precios de las materias primas vuelva a regalarle a la Argentina un milagro”. No se ve por dónde aparecen los slogans de Cristina. Vayamos cerrando que a esta hora y como dice una canción más moderna y más de acá, cuando la mentira es la verdad, el bien y el mal definen por penal. Y estamos en el año del mundial. Así que vayamos con un viejo conocido. El 30/03/2022 el inefable Luis Majul “apuntó contra los trolls de la Cámpora por usar Twitter para esmerilar a Alberto Fernández”. Majul hablando de trolls y de operaciones para esmerilar al presidente. Cosas vederes, Sancho, que non crederes. Y aunque el personaje se refiera a otra cosa, valga su verdad sospechosa para recordar lo que se viene sufriendo de hace un tiempo a esta parte: “Es de manual, persecución de los jueces y persecución de los medios”.

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