Claroscuro. Que para la Real Academia Española es, entre otras cosas, el “conjunto de rasgos

contradictorios de una persona, de una situación o de una cosa”. Un pintor lo entendería

como la “distribución muy acusada de la luz y de las sombras en un cuadro”. En el habla

común, el claroscuro es eso que no termina de ser ni una cosa ni la otra, eso que todavía

está indefinido.

Con la situación que nos toca vivir en estos tiempos, a varios se les ha dado por pensar que

el país atraviesa un claroscuro, uno más de los muchos que se han sucedido a lo largo de

nuestra historia. Que no se ilumina de una vez por todas y que parece contar con varios

protagonistas empeñados en apagarnos por completo.

Muchos de los apagadores trabajan para empresas dueñas de medios de comunicación, lo

que hace que haya gente que cree que son periodistas. Pero no lo son. Simplemente es

gente que con mayor o menor habilidad, cumple las instrucciones que recibe de sus

patrones. Entonces, en vez de informar, desinforman o incurren en otros vicios.

Veamos lo que al respecto dijo Francisco: “La desinformación es uno de los pecados del

periodismo, que son cuatro: la desinformación, cuando un periodista no informa o informa

mal; la calumnia (que a veces se usa); la difamación, que es diferente de la calumnia pero

destruye; y el cuarto es (…) el amor al escándalo”. El clarinete mentiroso nos cuenta que,

además, “El pontífice argentino insistió en que las manipulaciones que más le preocupan son

las que buscan orientar la opinión pública” (26/08/2023).

Con ese prisma, sucede que los empleados de la Tribuna de Doctrina terminan por ser unos

pecadores irredentos. Empezando por sus editorialistas. Van unos ejemplos: el 29/08/2023 se

quejan: “Los Brics: una opción inconveniente e inoportuna”. Sostienen que “Teniendo en

cuenta que los dos principales candidatos presidenciales que competirán con el

oficialismo, Javier Milei y Patricia Bullrich, han manifestado su oposición a la incorporación

de la Argentina a los Brics, lo menos que debió hacer el actual primer mandatario era

consultarlos”. Que uno sepa, hasta diciembre de este año el presidente sigue siendo Alberto

Fernández, aunque no se esfuerce mucho en demostrarlo.

El comercio argentino con los Brics asciende a un 30% del total. Los cinco integrantes

originales de los Brics -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- conforman “más del 42% de la

población mundial, el 30% del territorio mundial, el 23% del PIB y el 18% del comercio

internacional. Contribuyen con el 16% de las exportaciones y el 15% de las

importaciones mundiales de bienes y servicios” (Perfil, 24/08/2023). Agrego, por las mías,

que contra lo que ocurre con Estados Unidos, sus exportaciones no compiten con las

tradicionales de nuestro país.

Pero volvamos a la editorial del pasquín de los Mitre-Saguier: dice que “lamentablemente,

durante las gestiones presidenciales kirchneristas y, en particular, a lo largo del gobierno de

Alberto Fernández, nuestro país ha carecido de una política exterior coherente al servicio de

los intereses nacionales y respetuosa de los valores que nos transmitieron los padres

fundadores de la patria”. ¿A qué padres fundadores se refiere? Seguro que no a Moreno,

Belgrano, Artigas o San Martín, por citar unos pocos. No, para LA NACIÓN los “padres

fundadores” son Mitre, Sarmiento, Roca. Los que sobre la sangre del gauchaje y de los

pueblos originarios construyeron el modelo de estado-nación oligárquico que fue fiel a los

intereses de la Gran Bretaña que era la potencia hegemónica de aquellos tiempos. ¿Valores?

¿Las masacres de las montoneras federales del Chacho Peñaloza, Felipe Varela y Ricardo

López Jordán, del heroico pueblo paraguayo que siguió a Francisco Solano López, de los

pobladores de la Patagonia, son el ejemplo que hay que seguir?

Un discurso siempre fiel a los intereses de las minorías que se sienten cómodas cuando

responden a los dictados de la potencia de turno. Porque el escriba de turno se pregunta

“¿O acaso los argentinos podemos sentirnos identificados con el afán belicista o con las

violaciones de los derechos humanos que imperan en algunos de los países que conforman

ese grupo?”, pero no lo hace en relación a la conducta de los Estados Unidos y sus aliados,

responsables de los peores crímenes de la guerra desde hace ya largo tiempo. No, para LA

NACIÓN “nuestro lugar está en el mundo occidental y democrático”. Cuestión de dónde nos

ubicamos, porque el Occidente de ellos está a nuestro Oriente, y su concepto de la

democracia poco tiene que ver con el del gobierno del pueblo, por el pueblo y para el

pueblo, en la clásica definición de Lincoln.

Salgamos de los desinformadores y vamos a otros cultores de la oscuridad. La candidata a

viceintendenta de General Ramírez, en Entre Ríos, por los mal llamados libertarios, se llama

Mariela Weimer. Y Dene opiniones como esta: “tenemos los 40 años de democracia del señor

Alfonsín, que por qué en vez de darnos 40 años de democracia, no nos dio un año de

democracia y 40 años de milicos y estaríamos mejor”: Bien oscura, la candidata. Un año de

luz y cuarenta de dictadura.

Otro ejemplo. La candidata a vicepresidenta de la misma facción, Victoria Villarruel, es

conocida por sus posturas negacionistas y reivindicadoras de los genocidas. Según los dichos

del esposo de Cecilia Pando -la misma que amenazaba con el degüello a Eduardo Luis

Duhalde en los juicios por crímenes de lesa humanidad- él conoció nada menos que a Videla

en las visitas que organizaba Villarruel al domicilio del dictador, con el grupo de Jóvenes por

la Verdad. Bueno, van más contribuciones a la oscuridad por parte de la candidata y su

“plan motosierra para las Políticas de Memoria, Verdad y Justicia: un ataque al museo que

funciona en la ESMA, instalar los dos demonios en el Parque de la Memoria, poner en duda

los juicios contra los genocidas y tildar a los organismos de derechos humanos de

parciales” (Página12, 27/08/2023).

No acaban ahí los aportes oscurecientes de Villarruel: hablando para La Nación+ -dónde, si

no-, sostuvo que “En el caso del secretario de Derechos Humanos, Pietragalla, es hijo de

dos combatientes de organizaciones armadas que cometieron actos de terrorismo. En el

caso de Victoria Montenegro –que también se dedica a difamarme e injuriarme– es hija

de combatientes del Ejército Revolucionario del Pueblo”. Atacar a dos nietos recuperados,

que por serlo son víctimas también de la dictadura terrorista que tanto añora la candidata,

es la exposición de un pensamiento retrógrado, discriminador y repulsivo por donde se lo

mire. Habría que preguntarle, también, cómo sabe que los padres de los insultados

cometieron actos de terrorismo. Porque no hay causas donde hayan sido condenados, sino

claras pruebas de que fueron víctimas de las desapariciones forzadas que practicaban los

admirados por esta persona.

Tal vez profetizado por Charly García cuando cantó que “hay un horrible monstruo con

peluca que es dueño en parte de esta ciudad de locos” (Superhéroes), el sombrerero loco

que es jefe de estas dos negacionistas dejó para la radio colombiana Nocturna RCN una de

las definiciones que lo caracterizan: “¿Qué es en el fondo un socialista? Es una basura, un

excremento humano”. Vale la respuesta del presidente de Colombia, Gustavo Petro: “esto

decía Hitler” (Clarín, 29/08/2023).

Un último ejemplo de los que viven arrojando sombras. En un programa de Canal 13,

Maggie Vigil se burló de personas de los pueblos originarios, lo que fue celebrado por sus

amigotes del piso, comandados por Fabián Doman. La respuesta de los agredidos demostró

una dignidad de la que claramente carecían la notera y sus cómplices. El conductor llegó a

decir: “tampoco que me dé clases de moral”.

Sin embargo, hace tiempo que necesita esas lecciones. Según una edición del diario español

El Mundo, “El 2 de junio de 1997, en el programa sensacionalista televisivo Fenómeno Real,

del conductor Mauro Viale, el periodista Fabián Doman, presentó una serie de documentos

atribuidos al Batallón 601 del Ejército que sumaban 40 hojas sobre la detención de Perrota

incluyendo la transcripción literal del interrogatorio al que fue sometido los días 15 y 16 de

junio de 1976, explicando que le habían sido entregados por personas seguramente

vinculadas con el aparato represivo de la dictadura militar” (“Las torturas de los militares

argentinos, registradas en fichas”, 04/06/1997). Alejandra Dandan escribió en el diario

Página12 sobre “lo que sucedió con los interrogatorios tomados bajo tortura a los

detenidos-desaparecidos.

Una hipótesis indica que circularon y se comercializaron después de la

dictadura y algunos sirvieron de pasto para siniestros programas de televisión” (“Se vendían

los interrogatorios”, 16/10/2012).

El problema que nos queda, después de tantos ataques a la luz, que los iluminadores son

pocos y por ahora se quedan en destellos que no alcanzan a disipar las tinieblas. Una vez

más, la Patria, ese sueño compartido, ese peligro que florece al que le cantaba Marechal, se

va cubriendo de oscuridad. Todavía queda tiempo. Aunque a algunos que se creen

superados y ya no creen en los pensadores del pasado les resulte cansador, voy a recurrir

una vez más a Antonio Gramsci. Porque como el insigne italiano decía, “El viejo mundo se

muere, el nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. A prender las

luces, para que eso no nos pase.

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