julio 1, 2025

Llega el fin de año y como si fuera una tradición más, todos empiezan a hacer un balance de las cosas buenas y malas que les sucedieron. No vamos a escapar de esa costumbre, lo que sucede es que cada vez se hace más difícil cargar el lado de las cosas buenas. O de los personajes buenos. Porque cosas malas y personajes aún peores abundan. 

Como si fuera el anuario de las cosas que no hay que hacer, una recorrida por las columnas publicadas en este 2022 que se está yendo nos marca lo que pasó, con sus consecuencias todavía imprevisibles. El 07/02/2022 la cosa pasaba por el acuerdo con el FMI, que nos sometió a la supervisión de todas las decisiones económicas, como si fuésemos la sucursal díscola de alguna trasnacional.

El 17/03/2022 nos empezábamos a preocupar por los principios y finales. Principios de la desesperanza, finales de las ilusiones. El 24/03/2022 -fecha clave para entender nuestra historia de los últimos cincuenta años-, entre el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania veíamos a los actores de nuestra política unidos y moderados, justo cuando las cosas pedían un poco, aunque más no fuera, de excesos.

El 07/04/2022 encontrábamos en las páginas de la Tribuna de Doctrina que don Bartolo creó para cuidarle las espaldas a través del tiempo, a la verdad sospechosa. Que en realidad es una mentira más, si se trata del pasquín de los Mitre-Saguier. El 13/04/2022 desmenuzábamos los distintos significados del poder, que terminaban todos a la derecha de nuestras expectativas. Y el 21/04/2022 con José Hernández recomendábamos hacete amigo del Juez, cuando ya veíamos que el Partido Judicial empezaba a hacerse cargo de todas las tareas sucias.

El 07/06/2022 descubrimos a dos personajes del Hamlet shakespeareano infiltrados en la Corte. Como Rosenkrantz y Guilderstein estaban vivos, era muy natural que nuestra derecha hiciera el ridículo, cosa que demostramos el 15/06/2022. Son malos alumnos, que fue lo que nos quedó claro en la columna del 22/06/2022. Mientras que el 29/06/2022 el tema fue la obsesión con la que los escribas de LA NACIÓN se ocupan de Cristina, a la que no paran de atacar sin caer en la cuenta de que con tantos ataques demuestran la centralidad de la figura de la Vicepresidenta.

El 05/07/2022 desentrañamos las diferencias entre la historia y la historieta. Con perdón de grandes escritores de esta última, tratamos de poner en claro cómo desde don Bartolo en adelante los héroes nacionales terminaron como bandoleros y los traidores ocuparon un sitial privilegiado. El 19/07/2022 lo decíamos bien fuerte: entre esos tipos y yo hay algo personal. Esos que exaltan la discriminación y el odio, que están prohibidas por los instrumentos internacionales que tutelan los derechos humanos. Y avisábamos:

la historia nos muestra en qué terminan estos recorridos. En las peores tragedias.

El 26/07/2022 recordábamos los acontecimientos históricos que ocurrieron en ese día. La reunión de Guayaquil, la muerte de Eva Perón, el ataque al Cuartel Moncada. Tomábamos posición, porque para nosotros las cosas son lo suficientemente claras. De un lado están quienes registran en San Martín y Bolívar la lucha por la primera e inacabada independencia. Los que ven en las figuras de Eva Perón y Fidel Castro el combate que los pueblos de nuestra América siguen librando hoy por su segunda y definitiva independencia. Del otro lado, aquellos que condenaron al ostracismo y a la muerte en soledad a los libertadores de América. Los que vivaron a la enfermedad que se llevó a Evita. Los que todavía esperan ver caer a la revolución cubana.

El 02/08/2022 homenajeábamos a personajes imprescindibles de nuestra historia y nuestra cultura: Julio Cortázar, Rodolfo Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde.Y frente al alegato aullado por el fiscal Luciani, poníamos en blanco sobre negro que lo que importa es quién es el perseguidor y quién, en este caso, la perseguida, en este relato sin gracia y sin fineza, que no busca embellecer las notas de un sonsonete torpe y opresivo sino que prefiere la opacidad al brillo, la oscuridad a la luz, el tiempo encadenado a la vida en libertad.

El 18/08/2022 nos pronunciábamos en defensa del derecho a la comunicación. Porque sabíamos que Los empleados de LA NACIÓN y CLARÍN se la pasan amenazando, insultando, agrediendo de cuanta manera pueden a cualquiera que no tenga sus ideas. Celebran cualquier acto de violencia que se produzca contra cualquier persona señalada o sospechada de simpatizar con el odiado populismo, y lo reproducen en sus páginas y pantallas como si se tratara de una épica victoria. Pero cuando alguien señala lo riesgosa que es esa conducta, inmediatamente es señalado como enemigo de la libertad de expresión, y en ese ejercicio cotidiano de adjudicarle al otro lo que ellos hacen, denunciado y agraviado.

El 29/08/2022 contábamos cómo a lo largo de nuestra historia se habían utilizado procesos judiciales para perseguir a dirigentes políticos. Pero advertíamos que aunque ocurre que la grieta está desde el principio de nuestra historia, solo hay que ver de qué lado se para cada uno. Y que por eso, frente a tanto atropello, tanta mentira, tanto discurso de odio, tanta infamia, hay que escuchar de nuevo el grito de la gente: basta.

El 06/09/2022, cuando ya se había producido el criminal atentado contra la vida de Cristina Fernández de Kirchner, sin tratar de parecer proféticos decíamos yo te avisé. Y una vez más repetíamos que la oposición, tanto la de los partidos de derecha como la de la prensa hegemónica y los grupos de poder económicos, siguen repitiendo la misma cantinela agraviante y reiterando sus ataques contra todo lo que huela aunque lejanamente a peronismo.

El 19/09/2022 nos metíamos con los conspiradores. Y explicábamos, en relación al atentado contra Cristina, que aunque no está todavía desvelada por completo la magnitud del consorcio de atacantes, lo que está por conocerse es cuál es el alcance de la conspiración, no su inexistencia. Y volvíamos a decirlo: hay que extender la red de participantes en el atentado, directos o indirectos, a los que hace tiempo vienen atribuyendo a Cristina y sus seguidores todos los males del mundo. A los que desparraman su odio contra el peronismo y se la pasan pronosticando su fin. A quienes no vacilan en desinformar, en propagar falsas noticias, en hacer furiosas campañas contra todo lo que tenga algún atisbo de nacional o popular.

El 30/09/2022 denunciábamos a los fabricantes de mentiras. Los que día tras día desparraman mentiras sobre la Corte, sobre la Constitución, sobre el derecho penal, sobre el diálogo, sobre el atentado. Fabricantes de mentiras que disparan sus dardos envenenados amparándose en su supuesta calidad de periodistas independientes. Que no lo son. Solamente son empleados de un poder que no vacila en ningún medio para alcanzar sus objetivos. Sin ética, sin moral, sin más ley que el lucro y la ganancia a cualquier costo.

En la misma línea, el 17/10/2022 hablábamos de los falsarios. Y dejábamos un mensaje. Que al final, tantas falsedades, tantas mentiras, cansan. Quién sabe si no terminan por lograr que alguna vez la gente común, esa a la que se busca embaucar para mantenerla sometida, no termina por hacer estallar tanta verdad reprimida, manoseada, ultrajada, por quienes dicen defender la República cuando la condenan al fracaso.

El 25/10/2022 contábamos cuestiones acerca de las imposturas y los impostores. Cansados de tanta impostura repetida, que termina por llevarnos al hartazgo. Aunque sabemos que causa su impacto en mucha gente que termina creyendo en imputaciones falsas y maliciosas, y siendo víctima de fingimientos y engaños disfrazados de verdades. Todo gracias a empleados de los poderes fácticos de este país, que se hacen pasar por periodistas, aunque no lo son.

El 03/11/2022 le tocaba el turno a la eterna injusticia. Porque una de las formas de obtener justicia, según enseñan en las aulas de las muchas Facultades de Derecho que existen en el país, es lograr la tutela judicial o el amparo que se obtiene de los jueces y tribunales frente a un hecho que viola nuestros derechos. Pero mirando nuestra realidad cotidiana, mejor sería que lxs estudiantes vayan buscando otra definición, porque de los jueces y tribunales de la Argentina, al menos de los del fuero federal en su gran mayoría, se puede obtener cualquier cosa menos la tutela de los derechos.

El 10/11/2022 era el turno de los monstruos. Recordábamos que las editoriales de LA NACIÓN nunca reclamaron por los desaparecidos, los asesinados, los torturados, los recluidos en los más de seiscientos ilegales Centros Clandestinos de Detención y Exterminio que funcionaron en la Argentina durante los días del terror, pero que por el contrario, sí lo hicieron para pedir la impunidad de los genocidas. Y que  el variopinto arco opositor cuando ejerció el gobierno usó  a las instituciones para armar mesas judiciales donde convivieron espías, funcionarios, fiscales, empleados de los medios y magistrados, coordinados por el todavía prófugo Pepín Rodríguez Simón, mesas dedicadas a fabricar causas y a encarcelar opositores.

El 22/11/2022 nos tocó hablar de las mujeres, como grandes protagonistas de las luchas populares de nuestro tiempo. Porque había partido la Madre, la que armada con su pañuelo blanco nos marcó el sendero ético que debemos recorrer. Hebe, que sigue enseñando con sus palabras qué es lo que hay que hacer para construir una patria donde todos tengamos iguales derechos y disfrutemos de la misma libertad. Y recordábamos, y hacíamos nuestras, las frases que pronunció en la última marcha que dio en su Plaza de Mayo:  “Necesitamos con mucha urgencia hacer algo contra la Suprema Corte y todos los jueces que est n comprometidos con perdonar asesinos. No solo perdonan a los que quisieron matar a Cristina, vienen perdonando desde antes, a los asesinos de nuestras hijas e hijos”.

El 29/11/2022 fue el turno de la Corte de los Milagros. Y tratamos de ser lo más claros posible: Se vienen escuchando muchas voces, varias de ellas con buenas intenciones y otras todo lo contrario, que hablan de que el año próximo la Argentina celebrará cuarenta años de democracia ininterrumpida. Pero no. Lo que tenemos es un período de estabilidad institucional y de gobiernos elegidos por el voto popular. Pero nadie puede hacernos creer que en todo este tiempo hubo democracia en nuestro país. Porque seguimos teniendo nuestra propia Corte de los Milagros, aunque no sea igual a la que describiera Víctor Hugo, en cuya novela, recordemos, la bella Esmeralda termina ejecutada. Habrá que poner todo el esfuerzo para que en estos días, el final del cuento termine de otra forma.

El 07/12/2022, frente al mamarracho jurídico disfrazado de sentencia, escrito por el pelotón de fusilamiento al que los poderes reales encomendaron la tarea de ejecutar a Cristina Fernández de Kirchner, hablamos de la democracia ultrajada. Y dejamos una advertencia más: algún día, quizá no tan lejano, esta mezcla maldita de jueces, fiscales, dirigentes políticos, espías y empleados de los medios que obedecen las órdenes de un poder mafioso que hoy se siente feliz por la condena a Cristina, tendrán que rendir cuentas. El pueblo no olvida, no perdona y no se reconcilia.

El 22/12/2022 por fin pudimos dedicar nuestro espacio a algo más grato. Frente al triunfo del seleccionado de fútbol en el campeonato mundial celebrado en Qatar, nos sumamos a la felicidad de los vulgares. Esos millones que celebraron como una multitud jamás vista, que en las estimaciones más entusiastas mostraba al diez por ciento de la población del país en las calles. Y a los amargados de siempre, enojados por tanto festejo popular, les dijimos  vulgarmente: andá p’allá, bobo!!! Y llegamos al final del año. A este balance que nos muestra que lo que nos trastornó la vida, lo que nos impide ser aunque sea mínimamente felices, lo que amenaza nuestro presente y oscurece nuestro futuro, es esta sensacion tan vívida de que lo que parece una pesadilla es verdaderamente nuestra triste realidad. Que estamos sometidos a los caprichos y designios de una mafia nada oculta, que opera a través de medios de comunicación, jueces y políticos de la derecha. Que el año próximo sea distinto. Con la gente en las calles, luchando por sus derechos y echando de los lugares que nunca debieron ocupar a quienes quieren condenarnos a una injusticia eterna.

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